Hoteles en Ámsterdam

Ámsterdam, es una ciudad donde el pasado y el presente son igualmente fascinantes. Su historia es innegable: esta es la ciudad de Ana Frank y Vincent Van Gogh, donde los canales están bordeados de casas torcidas, de siglos de antigüedad y acogedores cafés Bruin, que sirven cervezas tradicionales. Pero esta también es una capital moderna y vibrante, un centro financiero y de negocios donde las bicicletas reinan y las boutiques de moda se sientan junto a cervecerías artesanales, clubes bulliciosos y prósperas empresas tecnológicas de vanguardia. Cualquiera sea el propósito de su viaje a la capital holandesa, ya sea centrado en el trabajo o puramente turístico, Leonardo tiene cinco hoteles en Ámsterdam, para todos los visitantes.

Oriéntese

La mejor manera de familiarizarse con esta diversa ciudad, es tomar un consejo de los lugareños y alquilar una bicicleta. Desde el anillo interior del canal, que tiene más de 400 años y figura en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, hasta sus espacios verdes, incluidos Vondelpark y Rembrandtpark, hay muchos lugares mejor explorados sobre dos ruedas. Incluso puede unirse a un tour en bicicleta y aprender sobre la historia de la ciudad mientras monta en una, o si prefiere algo más tranquilo, puede embarcarse en un magnífico tour en bote por el canal.   

No se lo pierda

Cuando se trata de museos, a Ámsterdam no le faltan grandes hitos. El Rijksmuseum es un líder mundial de la historia del arte, con obras de maestros holandeses como Vermeer, Rembrandt y Van Gogh. Los fanáticos de este último, también deben visitar el cercano Museo Van Gogh, donde puede ver más de 200 pinturas y 500 dibujos del postimpresionista. En otra parte, y con la mayor seriedad, la Casa de Ana Frank, cuenta la conmovedora historia de una joven judía, cuyo notable diario reveló cómo era la vida de quienes debían esconderse, durante la Segunda Guerra Mundial.

Mientras esté allí

Las vacaciones en Ámsterdam no son solo cultura. Esta ciudad tiene una escena gastronómica progresiva, con todo, desde lo tradicional, como Stroopwafels rellenos de caramelo y croquetas crujientes, hasta una floreciente presencia vegana y todo lo demás. Su escena de bebidas es igual de boyante, con cervecerías artesanales en antiguos molinos de viento y destilerías que han producido Jenever, el predecesor de la ginebra moderna, durante siglos. Disfrute lo esta ciudad tiene para ofrecer, en una noche explorando la eléctrica vida nocturna de la ciudad, antes de regresar a uno de los hoteles de Leonardo en Ámsterdam.